Por Karina Martínez Jiménez
Ya es común que todos los días se observen personas esperando por más de tres horas el inicio de una audiencia, que víctimas no sean notificadas de las audiencias donde se va resolver la libertad de las personas acusadas, y se enteren que el denunciado esta en libertad porque se lo encuentran en la calle, sin que le hayan avisado y sin que lo vigile una autoridad, es común que un escrito que se presente al juzgado quede olvidado por días, y que tengan los interesados que acudir a preguntar qué está pasando con su solicitud, como si fuera obligación de los ciudadanos de recordarles que tiene que hacer su trabajo, pero sin duda lo más reprochable es que entre ese grupo de personas que acuden a solicitar un servicio que debe ser gratuito y expedito, se encuentren victimas menores de edad, madres que tuvieron que conseguir quien cuidara de sus hijos mientras iban a una audiencia que debió iniciar de forma puntual y rápida, pero las hacen esperar por horas a ser atendidas por personal que prefiere continuar con las reuniones de festejos, hasta donde se escuchan las carcajadas y música de fiesta, mientras que en las salas de audiencias se encuentran las partes sin jueces presentes, porque algunos jueces protegidos se les otorga la oportunidad de llevar audiencias desde la comodidad de su casa, así es, que los ciudadanos paguen su taxi o su camión para recorrer 15 kilómetros a las afueras de la ciudad donde se encuentra el juzgado penal, mientras que algunos jueces, aprovechan el fin de semana extendido para llevar los lunes las audiencias desde su casita, pero no generalicemos hay jueces que llevan diario más de 25 audiencias por no ser de los consentidos del administrador del juzgado, mientras que otros llevan audiencias a su elección incluso no se presentan a laborar, pero se dice que vamos por buen camino, ¿será que quien los revisa no sabe lo que pasa en el juzgado Penal de Piedras Negras?, esto y más es lo que se escucha entre los usuarios de los servicios en el juzgado penal.
Esperemos que quien tiene a su cargo la vigilancia de dichos funcionarios haga algo al respecto.