Por Guillermo Robles Ramírez
Lo mismo que las autoridades federales que estatales y municipales, son muy buenas para crear leyes, reglamentos y normativas, pero no malas, sino pésimas para hacerlas cumplir.
En esta ocasión, nos referimos a lo que por años y años se ha proclamado como delito muy, pero muy serio y grave, según lo dicen las mismas autoridades, el hecho de bloquear carreteras y calles por cualquier motivo.
Porque falta agua, porque sale mucha, porque se aumentó el pasaje al transporte urbano de pasajeros, porque a la gente del campo no les cumplieron tan o cual demanda, porque se perdió la marrana del ejido, que cualquier partido político marcha en protesta rumbo a la ciudad de México, no faltando las marchas de paz, así como reclamos a femicidios, familiares perdidos, entre muchas otras más, y hay que trastocar la circulación de vehículos para hacer notar con mayor “fuerza”, etc.
Pretextos no faltan, pero las autoridades se mantienen tranquilas, pacientes, tolerantes e indiferentes y la verdad es que la ley que establece las penalidades para quien y quienes bloquean calles y carreteras, se las pasan por el arco del triunfo, o sea por ahí, precisamente por donde les platique.
No es justo, pero se hace y eso por donde quiera, no hay excepción, lo que es lo mismo, no hay respeto. Y lo peor de todo es que son las mismas autoridades quienes anteponen el derecho de la manifestación, aunque se les olvida o hacen las letras chiquitas que acompañan a justicia constitucional que es, “…no debe afectar a terceros, como la moral, la vida privada o derechos de otros…”, así que incongruente que a su vez ley la convierten en un derecho ilegal porque siempre afecta a terceros de una manera u otra.
Las autoridades municipales no se atreven a ejercer sus facultades de que no se viole la ley y prefieren sufrir los recordatorios del Día de la Madre; y lo peor que sucede con algunas de esas representaciones del pueblo o, sea las autoridades, se esconden y les da en ese momento por salir de las oficinas para dizque ir a “juntas” de trabajo o reuniones.
Para constatar lo anterior, si es que nos quedan dudas, no hay más que dedicarle algo de tiempo a ver por televisión, escuchar radio o leer medios escritos, redes sociales y medios electrónicos, para enterarnos de que en tal o cual Entidad estuvieron “varados”, así les ha dado por llamar a los medios de comunicación, el bloqueo de carreteras, durante largas horas y que no falta el conductor “impaciente” que se atreve a reclamar por este mal proceder, aunque los “bloqueadores” lo pongan como el “palo del perico”, bien surtido de sus golpes o “un, estate quieto”.
Es necesario que las autoridades de los diferentes niveles a quienes les corresponde poner orden, lo haga, porque ya se perdió el respeto no a las autoridades que les vale; sino a nosotros mismos, es decir, a la sociedad a los ciudadanos que en un momento dado puede provocar un hecho lamentable cuando se agote la paciencia de quienes resulten afectados por estos ilegales e injustos bloqueos de las vías de comunicación.
Cada vez empiezan a circular videos en redes sociales en donde la ciudadanía harta de la falta de interés por parte de las autoridades que les corresponde de regular o hacer respetar la ley. Porque hay conductores que prefieren empujarlos con sus propias unidades, en ocasiones un ligero empujón con el vehículo, pero en otras no tanto y menos cuando la gente se prende de coraje queriendo linchar al conductor; créanme que las cosas no salen nada bien porque no falta alguna pérdida que lamentar, y no importa que exista menores de edad que siempre son utilizados como un escudo de impunidad para victimizar más la situación. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org