Por Guillermo Robles Ramírez
De las principales ciudades de Coahuila como son Torreón, Saltillo, Monclova, Piedras Negras y Ciudad Acuña, es la capital de la Entidad, la sarapera Saltillo, en donde los choferes de los autobuses del transporte público urbano de pasajeros son más desordenados e irresponsables para estacionarse y circular en sus respectivos carriles.
Es por eso, que se antoja muy difícil que en Saltillo se logre imponer que los “camioneros” circulen y se estacionen en doble fila para recoger y bajar pasaje.
Hay diferentes factores que nos hacen dudar que la autoridad vial consiga su objetivo sin allanar y romper vicios tan arraigados que se han practicado por años como es la complicidad que existe entre agentes de tránsito y choferes de autobuses de pasajeros para hacerse de la “vista gorda” de sus violaciones al reglamento de tránsito; la no definición exacta de los cajones para las paradas; la falta de pericia de los propios choferes que en su mayoría son jóvenes inexpertos y que no asumen ninguna responsabilidad ante el serio compromiso de transportar pasajeros y los excesos de velocidad.
En Torreón, al igual que en Monclova, Piedras Negras y Ciudad Acuña, los cajones o áreas para bajada y subida de pasajeros están bien definidos, pero sobre todo y que es lo principal, tienen un espacio bien definido, amplio y lo suficiente para que los autobuses maniobren sin causar problemas en el tráfico vehicular, sin que la gente tenga necesidad de bajar de la banqueta y sin que el camión se tenga que parar en doble fila como sucede comúnmente en Saltillo.
Aunque falta mucho por hacer en la capital de Coahuila, en el tema del transporte público en el primer cuadro de la ciudad, hay que reconocer que en este caso no es culpa de los transportistas que disponen de un espacio en el que escasamente tiene cabida un automóvil, aunque también hay muchas paradas, por no decir que la mayoría, solo tienen el señalamiento para indicar que ese lugar es para subir y descender pasaje que los choferes de estas unidades hacen caso omiso parándose en donde les da la gana.
Si en verdad se pretende hacer un reordenamiento en el tráfico vehicular, será indispensable, antes que nada, tomar una serie de medidas como es el establecer correctamente los cajones de subida y descenso de pasajeros para de esa manera no haya pretexto para no cumplir con las disposiciones; acabar con la apatía, tolerancia o “vista gorda” de los agentes de tránsito y que solo se logrará sobre vigilando al personal en servicio, pero para eso los jefes inmediatos deben y tienen que salir a la calle para ver en el terreno de los hechos la existencia de estas anomalías.
La intención del gobierno municipal de Saltillo es buena y sería de gran utilidad y beneficio para la comunidad, la cooperación de las autoridades de tránsito y altos mandos que estén aplicando el reglamento, para que los conductores particulares que constantemente se ven en conflicto con esas paradas bruscas y en doble fila de los camioneros se eviten con mano dura por parte de los agentes de tránsito, y que de paso apliquen infracciones a los conductores del transporte público que andan en exceso de velocidad, y su irresponsabilidad de pararse como se les antoja exponiendo a los pasajeros que transportan. En fin, de que será difícil conseguirlo, lo será, pero no hay peor lucha que la que no se hace. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México). www.intersip.org