· Para México, el café es un cultivo estratégico que se produce en 482 municipios de 14 estados y del que dependen alrededor de 511 mil productores y sus familias, de las cuales, el 70 por ciento pertenece a pueblos originarios.
El pasado 19 de mayo, México firmó el Acuerdo Internacional del Café 2022, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, ante la Organización Internacional del Café (OIC) con sede en Londres, Inglaterra, en el que participaron su directora ejecutiva, Vanusia Nogueira, el jefe de operaciones del organismo, Gerardo Patacconi, y la jefa de la delegación de México y embajadora ante el Reino Unido e Irlanda del Norte, Josefa González Blanco Ortiz Mena, y como testigo de honor el director ejecutivo de Amecafé y representante no gubernamental del Comité Nacional Sistema Producto Café, Anuario Luis Herrera Solís.
El coordinador general de Agricultura, Santiago Arguello Campos, en su calidad de representante de los Estados Unidos Mexicanos, subrayó que nuestro país es reconocido por la OIC por su liderazgo en el sector y por ser pionero en cafeticultura sustentable y esquemas de comercio justo, por su gran mercado interno creciente y, desde luego, como un importante exportador de café y de alimentos para el mundo.
Este acuerdo, firmado por instrucciones del Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, tiene la finalidad de que el sector cafetalero mundial, en particular la actividad primaria, se fortalezca y se convierta en un referente del desarrollo sostenible, económico, social y ambiental, en beneficio de toda la cadena productiva, pero, principalmente, de las familias de productores de pequeña escala y las poblaciones más vulnerables de las regiones cafetaleras del país, mientras se contribuye a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Con la suscripción del acuerdo, México contribuirá a crear las condiciones de igualdad y acciones necesarias que permitan que mujeres, hombres y jóvenes del sector cafetalero tengan la misma oportunidad para desarrollarse y que el resultado de su trabajo proporcione un valor agregado por el uso de prácticas sostenibles y se vea reflejado en mejores ingresos y bienestar para sus familias.
Con su ratificación será sometida a la consideración del Poder Legislativo del Estado Mexicano.
Actualmente, el café mexicano se comercializa en más de 50 países (Estados Unidos, Canadá, Alemania, Bélgica, España, Francia, Italia, Reino Unido, Japón, Australia y Puerto Rico, y mercados emergentes en Europa del Este y Asia, entre otros), resultado del esfuerzo de las y los productores que han logrado poner en alto al café mexicano por su gran calidad intrínseca sensorial y por sus atributos culturales y ambientales de sus diferentes microrregiones cafetaleras y valoradas por importadores, tostadores y, sobre todo, por los consumidores.
Asimismo, esta industria contribuye con el 0.66 por ciento del Producto Interno Bruto agrícola nacional y con el 1.3 por ciento de la producción de bienes agroindustriales.
Es por ello que este instrumento permitirá fortalecer las acciones que se han venido desarrollando dentro del grupo de trabajo público–privado de la OIC, en el que participa México como “sherpa” o “país guía” y a través del cual se busca generar mayor certidumbre en la producción sostenible con plantaciones resilientes y en la comercialización.
Además, contribuirá a fomentar un ingreso remunerativo que tiene que ser digno y próspero para las familias del sector y, principalmente, para los pequeños productores que por generaciones también han sido guardianes de la alta biodiversidad que albergan las diferentes regiones cafetaleras del país y, en especial, en aquellas con alta incidencia en zonas de amortiguamiento de Áreas Naturales Protegidas.
La OIC es la principal organización intergubernamental para el aromático, la cual está integrada por los países exportadores e importadores para abordar los desafíos que enfrenta el sector cafetalero mundial, a través de la cooperación internacional y con la cual en 2007 se firmó el último acuerdo adoptado por los diversos países miembros, entre ellos, México.
La embajadora Josefa González Blanco Ortiz Mena destacó la contribución de nuestro país para la adopción de este acuerdo histórico, que por iniciativa de México incorpora la participación de los pequeños cafeticultores que son de los sectores más vulnerables de la cadena productiva.
Resaltó además la importancia que tiene para México la estrecha colaboración y cooperación internacional con los sectores público y privado de lado de los países importadores y exportadores, para cumplir con la legislación vigente y, con ello, facilitar el intercambio comercial y el incremento del consumo de café mexicano en el mundo.
El funcionario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Santiago Arguello Campos, destacó, como uno de los puntos fuertes de este acuerdo, la necesidad de generar espacios, pese a que la Organización es un organismo intergubernamental en el seno del Consejo Internacional del Café (ICC), de concertación y la apertura del diálogo con los actores de esta cadena.
Recalcó que con la firma por primera vez se da la oportunidad al sector privado y a la sociedad civil a afiliarse como miembros para trabajar en equipo y unidad, lo que permitirá ver a la cafeticultura desde otros enfoques y propuestas, que verdaderamente abonen a la sustentabilidad de esta cadena productiva.
Para México, el café es un cultivo estratégico que se produce en 482 municipios de 14 estados y del que dependen alrededor de 511 mil productores y sus familias, de las cuales el 70 por ciento pertenece a pueblos originarios.
Asimismo, se estima que aproximadamente tres millones de personas participan en los diferentes eslabones productivos, de transformación y comercialización.
Este cultivo permite conservar la flora, fauna, mantos acuíferos y es un importante reservorio de carbono, ya que se desarrolla en sistemas agroforestales con suelos “vivos” de alto contenido de materia orgánica y buena microflora. En esta labor, la política pública de la Estrategia Nacional de Suelos para la Agricultura Sustentable (ENASAS) de México se ha convertido en factor de éxito.
Para el Gobierno de México está cadena productiva es de alta prioridad en el Programa Sectorial de Agricultura y, para ello, se ha instrumentado un programa de apoyos directos a pequeños productores a través de Producción para el Bienestar y acompañado de los bienes y servicios públicos como el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) y la academia sectorizada como la Universidad Autónoma de Chapingo (UACh), Colegio de Postgraduados (Colpos) y Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero (Csaegro).