Por Guillermo Robles Ramírez
El pasado 6 de enero, con las festividades del Día de Reyes, o Santos Reyes, se saturó no solamente las redes sociales, sino también en todos los medios publicitarios. La gran mecánica de la mercadotecnia para la compra de la rosca, así como su tradicional celebración religiosa cuando se reza el rosario para levantar al Niño Dios, fue la que estuvo presente el viernes pasado, aunque también se puede hacer el 2 de febrero, Día de la Candelaria.
Sin embargo, el 6 de Reyes, no es lo único importante que se debe de celebrar porque también existe una profesión a la cual hay que recordar, y que desafortunadamente se le ha restado importancia, aun cuando han estado más presentes que nunca desde el surgimiento de la pandemia.
Esta profesión desempeña un papel integral en el sistema de salud, considerado como el corazón de la asistencia sanitaria, es el de las enfermeras y enfermeros.
Al menos aquí en México, en 1931, el doctor José Castro Villagrana, director del Hospital Juárez de México, instituyo el día, refiriéndose como el regalo de los Santos Reyes para los enfermos, es decir, el día 6 de enero como el Día de la Enfermera, mismo día cuando se parte la rosca de reyes y se le reza al Niño Dios.
Fueron muy pocos aquellos funcionarios quienes sí le reconocieron su labor, pero lamentablemente el resto de la población solamente nos acordamos de ellas y de ellos cuando estamos hospitalizados o sufrimos algún accidente siendo atendido por estos corazones de la asistencia sanitaria.
No obstante, el ser una enfermera o enfermero es una de las profesiones más exigentes en el mundo y necesita mucha dedicación y compromiso con el trabajo. Además de tener que hacer malabares con la papelería de los hospitales, tienen que actuar como un cuidador, comunicador y un maestro, entre otros. Si las enfermeras fueran eliminadas del sistema de salud, definitivamente se derrumbaría o se colapsaría el sistema de salud tanto privada como de gobierno.
La mayoría de las personas no aprecian la verdadera naturaleza de las responsabilidades de una enfermera. A sus ojos, las enfermeras son las que simplemente administran una inyección, otros las ven como ayudantes médicos. Además, los medios de comunicación también proyectan una imagen diferente de lo que realmente hacen.
Y los peores, es decir, los pacientes mal agradecidos solo ven en ellas las personas con quien desquitarse los males que se sufren, pero contrario a ello muchos pacientes necesitan atenciones que pueden incluir la total ayuda que implica el hacer todo para el paciente. El cuidado también puede implicar ayudar a un paciente con la prevención de una enfermedad. Pero también el paciente tiene la obligación de cuidar a las enfermeras de no darles un mal trato.
Las enfermeras desempeñan un papel integral en la gestión de la atención. El objetivo de la gestión es garantizar que la atención que se brinda al paciente es coherente. Es su responsabilidad coordinar la atención prestada por los diversos actores para asegurar que se satisfacen todas las necesidades del paciente. Los distintos actores implican a profesionales y no profesionales.
Las enfermeras también deben actuar como un maestro. Ser un maestro para el paciente implica ayudar a los pacientes en la adquisición de conocimientos sobre su salud y medicamentos. Más a menudo que no, los pacientes estarán confundidos acerca de ciertos pasos y procedimientos. Pero de todos estos papeles que juegan las enfermeras no hay uno que sea más importante que el otro. Todos son iguales fundamentales en la entrega de la satisfacción del paciente al 100 %.
No permita que distractores ajenos como los que ha habido últimamente en el país, como son los incrementos a los combustibles, así como la canasta básica, las manifestaciones, el alboroto por comer la rosca y saber a quién le salió el muñeco para la tamalada en febrero, se les olvide el trabajo de miles de enfermeras.
Esta profesión ha sido tan noble que no solamente lo desempeñan mujeres, sino de hace unos cuantos años también los hombres son enfermeros, haciendo posible que ambos sexos quienes ejercen esta profesión se conviertan en el corazón de la salud.
Sin esta profesión la labor de los médicos sería imposible porque no pueden ser todólogos, mientras que estos profesionistas hacen muchos roles dentro del sector de salud, que no se les olvide el Día de la Enfermera, para el próximo año y si recientemente fue atendido por una todavía es tiempo que la felicite y agradezca su labor tan difícil y de buen corazón que hacen. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org